Los haitianos recurren con frecuencia a la caza de gatos y otros animales en plena calle para comer, tanto en su país como en aquellos donde emigran. La afirmación de Donald Trump sobre vecinos que denuncian esto en diversos estados de EEUU tiene absoluta credibilidad. Los agarran de las cuatro patas, y con la otra mano le rompen el cuello hasta que el gato, en un estado de extremo sufrimiento, muere.